2 de agosto de 2011

Sentido de la oportunidad

Cuando nadie sepa de qué estamos hablando. Cuando nadie tenga ni la más remota idea de lo que nada significa. Cuando nadie se pregunte el por qué ni el para qué. Cuando todos miren realmente despreocupados hacia otra parte de la escena. Cuando la familiaridad de los días no levante ni el polvo en los caminos. Cuando nadie busque reacciones en miradas ajenas. Cuando no haya vello que se erice con una caricia. Cuando mi tono sea totalmente aséptico.

Entonces, y sólo entonces, gritaré tu nombre. Así el mundo tendrá una luz que ilumine su desdicha.

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