29 de julio de 2011

Inspiración

Lo peor no fue notar que no estabas tumbada sobre mi cama o que las sábanas estaban frías y vacías de ti. Ni tampoco fue echarte de menos y pensar en tu regreso el mayor de mis problemas. Sin duda, lo peor fue el momento en que entendí que nunca había dormido contigo y que nunca podría echarte de menos, porque no existes. Sólo eres un recuerdo que me invento al que dedico todo lo que escribo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario