26 de julio de 2011

La señora Rushmore

"Ninguna mujer es culpable de ser amada por dos hombres distintos", eso es lo que solía decir la señora Rushmore. 

Tras esta frase, en principio inofensiva, se escondía una historia que no le conocimos en vida. Hasta que nos dejó con su legado de mentiras. Es curioso como aceptamos las palabras de una persona sin saber lo que verdaderamente se esconde tras ellas. 

En esa frase había una excusa. Un intento de evasión de la realidad, de quedar en paz consigo misma. Una cesión de responsabilidades. Un tono victimista con un pelín de inseguridad. Y nunca nadie tan siquiera lo sospechó.

La de la señora Rushmore fue una historia de amor imposible. Una historia de amor... dividida en dos. Tuvo durante toda su vida un amante, en secreto.Pero el secreto se rompió cuando pudimos verlo aparecer cruzando las calles del cementerio. Con los ojos inundados en dolor. Cuando le vimos mirar el ataúd, gritando adiós con la mirada. Cuando gacho se alejó en soledad, el último, cuando allí ya no quedaba nadie, habiéndole dejado una flor.


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